FITUR mira hacia el turismo de experiencias como motor de la recuperación
En el pabellón 9, stand 9A04 se alza el espacio de la Asociación Nacional de Empresas de Turismo Activo (ANETA). Por primera vez, y gracias a la colaboración de la revista Aire Libre, ANETA estará presente con un puesto propio en la feria turística más importante del Estado. Con el deseo de recuperar la actividad turística y de poner en valor el Turismo Activo como opción sostenible y sanitariamente segura, ANETA afronta esta edición en una posición de alternativa turística en tiempos de cambio climático y restricciones de movilidad.
ANETA acude un año más a FITUR para forjar alianzas persiguiendo su objetivo de fortalecimiento e innovación de España como destino de experiencias de Turismo Activo. Este objetivo se alinea con la Estrategia de Desarrollo de Producto Turístico y Modernización del Ecosistema Turístico del Ministerio de Turismo.
ANETA lleva desde el comienzo de la pandemia trabajando codo con codo con la Secretaría de Estado del Ministerio de Turismo del Gobierno de España. Dentro de ese plan, se han mantenido reuniones y conversaciones para avanzar en la legislación y desarrollo de planes de desarrollo del sector. Óscar Santos, presidente de ANETA sostiene que “estos planes de recuperación puestos en marcha por el Gobierno de España cobrarán una importancia vital este año de cara a reiniciar la actividad turística a la mayor brevedad posible y en ese proceso tiene que estar presente el Turismo Activo, que ha sido una alternativa de corto y medio radio para mantener la actividad turística durante la pandemia”.
Dentro de la agenda de Santos en FITUR se incluye continuar el plan de cooperación con la Secretaría de Estado de Turismo del Gobierno de España. Además, la asociación continúa con sus reivindicaciones clásicas como son la inclusión del Turismo Activo en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE), una circunstancia que les imposibilita recibir ayudas directas al sector. El Turismo Activo destaca su aporte a la cadena de valor turística sostenible, ayudando a paliar la despoblación en la llamada España vaciada, contribuyendo a la puesta en valor de zonas de interior, una alternativa que se ha tornado clave durante la crisis sanitaria.